El azar: ¿Enemigo o aliado en los procesos de juego?

Los juegos nos aportan algo sumamente importante para el desarrollo de las competencias, capacidades y habilidades: Unos objetivos muy definidos. Si el juego al que nos enfrentamos es competitivo, muchas veces pasará por vencer a nuestro oponente (véase Star Realms, Hive, Battlelore o el clásico Ajedrez), si en cambio tiene dinámicas cooperativas, tendremos que trabajar conjuntamente contra la “IA” del propio juego (véase Eldritch Horror, Robinson Crusoe, Rescate o Pandemia). En otros tipos de juegos, pueden cambiar mecánicas y elementos, pero el denominador común, siempre será un reto definido para todos y cada uno de los participantes.

Jugar sin un objetivo, además de no aportarnos demasiado, puede resultar muy aburrido.

Una vez que tenemos claro nuestro objetivo, el desarrollo de nuestras decisiones irá estrechamente ligado a todas las acciones que nos permitan (según nuestro criterio) alcanzarlo. Estas acciones, se encuentran enmarcadas y controladas por las mecánicas de juego (como las propias reglas) y en muchas ocasiones, están vinculadas a las decisiones de otros jugadores y a la aleatoriedad, formando lo que se conoce como experiencia de juego.

Por tanto, la estrategia de juego, es algo que debe existir en todas las experiencias lúdicas. Y en el equilibrio que consigamos crear entre la estrategia (lo que está directamente relacionado con nuestras acciones) y el azar (lo que no está relacionado con nuestras acciones), está la clave para  conseguir un juego redondo.

Poderoso enemigo, y sin embargo gran aliado. El azar es una parte muy importante en el desarrollo de abundantes juegos, y fundamental para entender los beneficios que en muchos casos, éstos nos pueden aportar. Con su incorporación, podemos conseguir grandes bondades para los usuarios como:

  1. Mejorar lo que se conoce como Onboarding: Nos posibilita crear experiencias que permiten participar a un mayor número de jugadores. El azar nos da la oportunidad de que cualquier jugador pueda conseguir la victoria dentro de una partida. Esto es muy importante para desbloquear barreras de entrada a usuarios con habilidades menos desarrolladas que otros o que desconocen el juego. Lo cierto, es que a ninguna persona le gusta perder demasiado, y aunque muchas veces debamos trabajar en nuestras frustraciones, una victoria a tiempo, es un jugador un poco más motivado.
  2. Genera elementos de sorpresa: Esto no es nuevo, ya lo hemos hablado más veces. Al ser humano le gustan las sorpresas. Recibir estas novedades fija la atención de los usuarios hacia la tarea concreta a realizar y evita la dispersión. Los eventos novedosos refuerzan la capacidad de memorización y concentración mucho mejor que las rutinas adquiridas. Basta con aprender las reglas de juego, para que una experiencia pueda llegar a hacerse aburrida, pero incorporar por ejemplo, un mazo de cartas de eventos que hagan una modificación parcial en las reglas, consigue recuperar la atención del grupo de una manera inmediata.
  3. Potencia y modifica los retos: La aleatoriedad hace que tengamos que anticiparnos a todas las posibles condiciones variables que se nos pueden presentar y adaptarnos al entorno. Las eventualidades o circunstancias que modifican (aunque sea levemente) nuestros planes iniciales, nos motivan o predisponen a trabajar con mayor profundidad en nuestras estrategias para replantearlas y adaptarlas a las nuevas circunstancias. Pero el azar también es un patrón que se puede comprender, interiorizar y aprender: Para los usuarios más reposados y reflexivos es una magnífica manera para entender todas las excepciones que se pueden presentar en un entorno de acción, pudiendo así desarrollar mecanismos para anticiparnos a ellas.
  4. Aumenta la diversión y la relación entre participantes: Si las tres anteriores eran importantes, esta es diferencial (juego y diversión son dos conceptos que no deberían separarse). No hay nada mejor que “la suerte del principante”, para tener unas risas aseguradas y unas partidas de revancha.

Pero al final, todo depende de la implementación que hagamos, del tipo de usuarios que vayan a participar y del objetivo que queramos conseguir. Por tanto, tendremos que tener un control y una implementación correcta para obtener todos los beneficios que nos puede aportar a corto, medio y largo plazo. Pero no todo son bondades, porque también pueden presentarse problemas por su excesiva presencia o poca coherencia dentro de la experiencia.

Flow

El principal problema (y muy grave), es la descompensación que puede generar si se abusa de ella de una forma continua y constante. La aleatoriedad incluida en procesos sin ningún tipo de filtro, orden (sí, en la implementación del azar también debe haber un orden) ni coherencia genera una frustración o desesperación (flow) que consigue que los usuarios se alejen de la experiencia de una forma definitiva.

El azar debe estar implementado en apartados concretos y vinculados a acciones determinadas. El ejemplo más claro y recurrente dentro de los juegos de mesa, son las tiradas de dados en combates o para resolver pruebas. Aunque también se incorporan mecánicas de azar con la inclusión de cartas de evento, que se pueden activar de un modo regular cada cierto número de turnos o cuando se den unas condiciones determinadas. En definitiva, hay muchas maneras de introducir este elemento en nuestros procesos de juego.

El problema antes mencionado, se presenta cuando recurrimos constantemente a estas mecánicas azarosas y generamos una base sobre cimientos de azar. Si recordamos el modelo RAMP de segmentación de usuarios (basado en la teoría de la autodeterminación), trabajar sobre el desarrollo de habilidades y la maestría de los participantes es fundamental para que conecten con nuestro proceso, y el azar prolongado, no nos permite trabajar sobre estrategias de juego ni desarrollo de habilidades.

¿Como voy a sentirme realmente útil si todo lo que acontece en mi experiencia es fruto de la casualidad?. Es necesario que mis actos, tengan consecuencias directas en el desarrollo de las partidas.

Si alguien me pregunta mi opinión personal, creo que el azar es uno de los grandes aliados en los procesos de juego, porque gracias a él se pueden crear mecanismos que potencien el desarrollo de habilidades y competencias, además de mantener la atención de un manera excepcional en el desarrollo de las experiencias y sobre todo, aumentar de un modo exponencial nuestra sensación de diversión.

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