Keep Talking and Nobody Explodes: el arte de la comunicación

(tono de teléfono)… (tono de teléfono)… (tono de teléfono)
– ¡Ayuda por favor! Estoy delante de una bomba que estallará en 5 minutos.
– No te preocupes, respira. Soy el especialista, voy a ayudarte a desactivarla.
– ¡Me voy a desmayar! ¿Cómo quieres que desactive este trasto?
– Únicamente tienes que hacer lo que yo te diga… dime… ¿qué ves?
– ¡Pues una bomba! ¡Te lo he dicho al principio!
– Pero… ¿ves algo en concreto en ella? ¿botones? ¿cables? ¿códigos?.
– ¡Ah! veo una zona con cables y otra con botones…
– ¡Perfecto! Comencemos a solucionar los cables…
– ¿Cómo?… ¿quieres que yo corte un cable? ¡Ni loco!
– ¡Dime por favor cuantos cables ves!
– ¡No me grites, que bastante nervioso estoy!
BOOOOOOOOOOM

Emisor, receptor, código, mensaje y canal. Estos elementos de la comunicación están mas presentes que nunca en este videojuego de mesa.

A veces llego tarde (demasiado para tan poco tiempo) para descubrir juegos utilísimos a la hora de aplicar diferentes conceptos y generar dinámicas muy valiosas en cualquier entorno de aprendizaje y este, ha sido un claro exponente. Gracias a Jordi Martín (compañero y amigo dedicado al uso de procesos de juego en diferentes ámbitos, al que por supuesto… recomiendo encarecidamente seguir…), he conseguido acercarme a este curiosísimo juego que podréis encontrar en Steam y que se acerca a un género muy cercano al BreakOut pero desde un punto de vista doble: el de un artificiero experto en el manejo de explosivos y de un civil que ha dado con la mala casualidad de encontrarse cara a cara con una bomba a punto de estallar con un temporizador.

Este es un claro exponente de videojuego de mesa. Videojuego por tener un componente interactivo basado en un PC o consola. De mesa por desarrollarse una importante dinámica en torno a un componente analógico como es un manual de instrucciones de desactivación de artefactos explosivos.

La secuencia es la siguiente (de un modo muy resumido): un jugador (o jugadores) representa al experto en explosivos y tiene a su disposición un manual donde se resume todos los módulos que pueden componer una bomba tipo. Aunque claro está, se irán alternando en los diferentes artefactos en función de la dificultad.

Manual en Castellano

En cambio, el otro (u otros) jugador es un civil que un nefasto día tiene la desgracia de encontrarse cara a cara con un artilugio de dudosa procedencia y tienen a su disposición una bomba en el entorno digital (PC, consola…). Estos usuarios son los que tienen que desactivar los diferentes módulos para conseguir evitar su explosión, pero no tienen ni idea de lo que deben de hacer (para eso está el experto).

La gracia de la dinámica se basa en generar un flujo de comunicación lo suficientemente claro, nítido y sobre todo, bidireccional (ya que el experto NO ve la bomba y el civil no tiene ni idea de lo que debe de hacer). Un fallo en la comunicación entre ambos jugadores tiene como consecuencia directa el estallido del dispositivo y por tanto, un Game Over! directo.

Pues bien, independientemente de que el juego es tremendamente divertido, es un ejemplo claro de como usar una herramienta de estas características para acompañar ( y recalco acompañar) y reflexionar sobre un proceso de aprendizaje como es el de la comunicación.

Pero… ¿qué podemos aprender de Keep Talking and Nobody Explodes?

  1. Trabajo de las tres C de la comunicación. Claro, concreto y conciso. Cuando hablamos con otra persona (o un grupo de personas), much@s de nosotr@s tendemos a extendernos demasiado (personalmente peco enormemente de esto). No digo ya durante una presentación en la que tendemos a leer sin prestar atención al feedback de los receptores para adecuar nuestro mensaje, sino cuando queremos dar una directriz, un consejo o una indicación. Cuanto más concreto, más claro y más breve, mejor interpretará el receptor (o receptores) lo que pretendemos comunicar y más sencillo nos será cumplir nuestros objetivos.
  2. No leas, resume. Al principio del juego, uno de los fallos comunes que hemos cometido o podemos llegar a cometer los que hemos jugado es el de leer literalmente el manual del experto en bombas al pobre ciudadano que está nervioso delante de la bomba. La lectura es para nosotros, y relacionándolo con el punto anterior, tendremos que resumir de una manera efectiva y clara (CCC) la información para conseguir disponerla de tal forma que nuestro interlocutor no reciba “extras” que le hagan perderse.
  3. No te pongas nervios@, nunca. Otra cosa que suele pasar. A las personas (y aunque parezca mentira) nos cuesta una barbaridad trabajar de forma colaborativa. Sobre todo porque tendemos a perder la capacidad de empatizar con el que tenemos delante. En este juego la información de cada lado es IMPRESCINDIBLE para poder continuar progresando y desactivando bombas. Si no somos capaces de calmar los ánimos y entender que nuestro interlocutor no conoce la información de la que nosotros disponemos (y viceversa) a parte de enfadarnos, perderemos en el primer nivel. Hay que aprender a gestionar la presión.
  4. Como decía Jack… vamos por partes. Estructura y organiza la información. El manual tiene más de 10 módulos y es imprescindible organizar la información tanto por el lado del experto en bombas, como del ciudadano. El experto en bombas debe (como ya hemos indicado) dar órdenes directas… (¿Hay cables?, ¿ves algún botón?….) y el jugador que está delante de la bomba debe indicar si es correcto o no, además de dar alguna información extra que ayude al experto en su proceso.
  5. Prepara lo que tengas que decir. Para mí, este juego, debe tener una primera toma de contacto previa si pretendemos usarlo sobre personas que no estén acostumbradas a jugar. Principalmente porque el nivel de tensión es elevado y el que hace el papel del experto debe conocer por encima el manual para que no sea todo un auténtico desastre. Dar unos minutos (tiempo finito) para una primera leída rápida es un bonus imprescindible. Si lo queremos decorar con una narrativa, podemos crear una “academia” donde los futuros expertos se formen con el manual.

Y además de todo esto, también es una gran herramienta de acompañanamiento, e incluso para finalizar alguna dinámica que tengamos programada. Es de esos juegos en los que el aprendizaje emergente que emana de las dinamámicas que se desarrollan mientras jugamos, es muy útil para ayudarnos a interiorizar en un punto concreto sobre los diferentes elementos presentes en un sistema de comunicación.

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4 comentarios

  1. O

    Una muy interesante aplicación de las máximas conversacionales de Grice 😀 Me encanta (y se me ocurren unas cuantas maldades para clase)!

  2. P

    ¡Pues a realizar maldades se ha dicho!
    Gracias por pasarte Óscar y por comentar.
    Abrazo!

  3. E

    Pues no lo conocía, pero me lo apunto!

    En esta línea, aunque videojuego 100%, uno de mis favoritos, Space Team

    http://spaceteam.ca/

    también colaborativo, contrareloj y donde la comunicación con las 3 C es absolutamente imprescindible. Y por supuesto, ultradivertido.

  4. P

    Como siempre Emiliano, ¡un aporte imprescindible!
    SpaceTeam lo conocía hace poco (también por Jordi) y es una chulada, eso sí (para mí) a partir de 3-4 players…
    Abrazotes!

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