“Es el año 1667 y eres un pirata navegando las aguas del Caribe. Un galeón español flota en la cercanía y has convencido a tus camaradas para trabajar juntos y robar su tesoro. Lo que no les has contado es que no tienes intención de compartirlo una vez conseguido. Aún eres leal a tu patria y quedarte con el tesoro puede ayudarte a, finalmente, comprar el respeto que mereces. Algunos de tus compañeros de tripulación te han confiado que comparten tu lealtad y que te ayudarán a abandonar a los avaros piratas en la rocosa isla de Tortuga. Sin embargo, también has oído a tus amigos susurrando planes sobre un motín y cargando sus pistolas. Sabes que no puedes confiar en nadie”
Así es como empieza el nuevo juego de mesa lanzado por Facade Games en campaña de Kickstarter y entregado en Agosto de este año (¡en el plazo que habían marcado!). Un juego de roles ocultos, con unas mecánicas añadidas de colocación y gestión de los tesoros conseguidos… que le dan un componente estratégico y de decisión más que interesante.
Que los roles ocultos son un género que me gusta especialmente, es algo que los que ya me conocen saben bien. Además, también pienso que este tipo de juegos tienen unas aplicaciones muy amplias en muchos sectores (ABJ) y sobre todo, se pueden extraer muchos elementos interesantes para generar nuestro proyectos.
Si a este le unimos una temática (piratas) que considero perfecta para generar una narrativa atractiva y de largo recorrido, tenemos un resultado más que satisfactorio: un juego precioso, con un tema muy bien implementado, que además es divertido y bien construido.
Durante la campaña de Kickstarter, los autores definieron algo muy útil e interesante para los que pensamos y utilizamos procesos de juego en nuestros proyectos. Definieron su proceso de creación, y lo basaron en 3 pilares fundamentales:
Unas mecánicas sólidas
Tortuga 1667 son interacciones, decisiones, conversaciones y sobre todo, alguna que otra puñalada. Votaciones para saquear tesoros entre todos los tripulantes de un barco, pero también motines contra el capitán y reparto de tesoros entre las bodegas. Porque en función del lugar que esté ubicado tu rol (peón), tendrás unas decisiones u otras. Un capitán es el que da la orden para saquear el galeón español hundido (y cuando no queden tesoros irá contra el barco contrario), y el segundo de a bordo puede hacer una votación para un motín y así desterrar a tortuga al capitán de su barco (pudiendo gestionar los tesoros con su tripulación con más libertad).
A todo esto se le unen los eventos que le dan una aleatoriedad muy agradable al juego (el azar siempre da un punto de sorpresa que a muchos nos gusta) que hace que nuestras decisiones caen en saco roto y puedan darse la vuelta todos nuestros planes. Y siempre nos quedará isla Tortuga, con sus peleas organizadas por su gobernador repartiendo los tesoros.
Una temática atrayente
“Tortuga es una pequeña isla de Haití. Fue un gran asentamiento pirata y escondite de muchos de ellos. Los gobiernos francés y británico, en un intento por debilitar a los poderosos españoles, legalizarían la piratería. Esto dio permiso a los piratas para saquear a los barcos y pueblos españoles. La lealtad al país era fugaz, sin embargo, y los piratas caminaban a menudo la línea entre el patriotismo y la rebelión”.
Y este es el espíritu que pretende captar Tortuga 1667. Atrayente, ¿verdad?
Un diseño bonito
Tortuga 1667 es precioso. Y los componentes son más que decentes. Pero este es el claro ejemplo de que el diseño es una parte importante a la hora de acercarse a consumir un contenido. Desde la caja en formato de libro imantado donde va guardado todo, hasta el tapete de neopreno, pasando por las cartas hasta los peones, todo está cuidado con unas ilustraciones preciosas.
Entonces, y usando el sistema de la cuadratura de la diversión… ¿qué me parece el juego?:
Narrativa: Un juego de roles ocultos es complicado que disfrute de un fuerte componente narrativo, más allá del que los jugadores sean capaces de crear. Pero en este Tortuga 1667 las premisas básicas y previas donde nos explican el motivo por el que se decidió optar por este tema son más que suficientes para generar una atmósfera adecuadas.
Estética: Esta es la parte fuerte del juego. Es precioso, y no hay mucho más que decir. Quizá existe un pequeño fallo de diseño en cuanto al tapete de juego (importante en este roles ocultos), ya que es lo suficientemente pequeño para que cuando se junten alrededor de la mesa más de 7 personas, a los más lejanos les cueste meterse en la partida (hay que estar pendiente en la posición que ocupamos en las diferentes ubicaciones para saber si nos conviene hacer un ataque, un motín o cambiar de ubicación).
Juego: Un roles ocultos con algunas cositas más que lo hacen muy disfrutable e interesante. El punto épico del juego es cuando se va agotando el mazo de eventos, sabes que la armada española está a punto de aparecer y juegas contrarreloj para poder reubicar todos los tesoros para que tus compatriotas y tu puedan ganar la partida. El hecho de que tu posición en el tablero te permita realizar acciones extras en función de tu rol, le da un extra más que interesante que nos hace querer ascender al poder (caiga quien caiga). A mí me parece que está todo bastante bien hilado con la mecánica principal de roles. Además, fomenta enormemente el debate activo y la toma de decisiones de una manera mucho mayor que otros roles ocultos. Otro punto no tan positivo (del que pecan bastantes juegos) es la horquilla de jugadores que dicta el juego (de 2 a 9). Es un juego perfecto (en mi opinión) para grupos a partir de 6. Las votaciones de un único capitán (o gobernador en su defecto) para atacar son demasiado aburridas y faltas de emoción. Y ojo a la figura del Holandés cuando hay jugadores impares, que le da un toque MUY entretenido al juego (gana si hay empate).
Transmedia: No hay App. No existe salto del mundo “analógico” a otro entorno. Por tanto este apartado no es representativo.
En definitiva, si os gustan los roles ocultos. Os interesa el hecho de ver como pueden organizarse grupos de personas con giros inesperados y sobre todo, capturar la esencia de los piratas y cazatesoros más sanguinarios, este juego es totalmente recomendable. Y seguro que muchos de vosotr@s podréis sacarle algún uso extra para llevarlo a vuestros proyectos.
Porque robar tesoros puede ser muy divertido, y porqué no, también muy bonito.
PD: Los autores tienen otro juego en su haber… SALEM 1682… que visto lo visto, también habrá que probar.
Jorge
3 octubre, 2017 a las 2:03 pmQué haremos para hacernos con él? Dónde lo venden?
Pepe Pedraz
3 octubre, 2017 a las 2:05 pm¡Buenas tardes Jorge!
Creo que en cuarto de juegos le quedaban copias… contacta con él por twitter y seguro que te atiende a las mil maravillas.
Un Saludo!