Esta semana tenía previsto hablar de otra cosa.
Pero hoy, por una de nuestras redes sociales preferidas, he visto una imagen que se suma a tantas noticias que se vienen haciendo sobre el mundo de los videojuegos. Una más, que no deja de sorprenderme (no tanto por el fondo como por su vinculación con otro tipo de sustancias).
https://twitter.com/jaibrot/status/1113024195150184448
Total, que el mundo ya ha encontrado (de nuevo, que no es la primera vez que pasa) un chivo expiatorio al que culpar de todos los males de la humanidad. Y es que si fuesemos tan exigentes con nosotros mismos como lo somos con el entorno que nos rodea… quizá las cosas irían un poco mejor.
Y no… no hablo de obviar los errores que se producen (y de hecho, existen) en este entorno (véase las Loot Boxes, por poner un ejemplo concreto). Hablo de saber equilibrar de una manera responsable el videojuego (en este caso concreto) como tal y el entorno de la persona que juega como responsables de una serie de comportamientos. Ni todos los videojuegos son inocentes de todo lo que pasa, ni mucho menos son culpables de todas las barbaridades que se dicen.
Así que por equilibrar un poco la balanza (aunque por este espacio el tráfico es bastante limitado), me gustaría dar algunos titulares diferentes.
Y sobre todo, una recomendación: probar a jugar antes de generar una opinión. Porque los juegos son como la música o las obras artísticas: los hay de muchos tipos, formas y colores. Algunos nos gustarán más. Otros menos. Pero al fin y al cabo son un bien cultural del que podemos aprender muchísimas cosas.
Con sentido común, con conocimiento. Y sobre todo, con mucho respeto y responsabilidad.
Comprobado: los videojuegos generan
EMOCIÓN
Comprobado: los videojuegos son una forma de
ARTE
Comprobado: los videojuegos fomentan la
CREATIVIDAD
Comprobado: los videojuegos permiten
REFLEXIONAR
Comprobado: los videojuegos nos hacen
RECAPACITAR
Comprobado: los videojuegos nos permiten vivir grandes
HISTORIAS
Comprobado: los videojuegos forman parte de nuestra
CULTURA
Comprobado: los videojuegos nos hacen
ESTREMECER
Comprobado: los videojuegos nos permiten
EXPLORAR
Comprobado: los videojuegos nos permiten
APRENDER
Comprobado: los videojuegos nos permiten
PONERNOS EN OTRA PIEL
Comprobado: los videojuegos nos permiten
FALLAR (y volver a intentarlo)
Comprobado: los videojuegos nos permiten
CREAR
Comprobado: los videojuegos nos hacen
REÍR
Y muchas cosas más (y faltan cientos de ejemplos, ojo). Porque sí, este artículo habla únicamente sobre las ventajas del uso de los videojuegos. Porque forman parte de nuestra cultura, de nuestra vida (de nuestra juventud y de nuestra madurez) y porque nosotras y nosotros, somos los responsables del consumo de este tipo de ocio.
No dejemos que el juego como material o diseño cargue con el peso de todo, porque sería totalmente injusto.