Los que siguen este pequeño rinconcito (dentro de poco cumple 2 añazos), saben que en este blog se tratan diferentes temas: por un lado, tenemos teorías varias con el objetivo de organizar y arrojar un poco de luz a toda la corriente de desarrollo de experiencias basadas en juego; por otro, el encontrar juegos que puedan ser útiles para usarse “tal cual” (o mediante adaptaciones) en diferentes entornos (preferiblemente de aprendizaje a cualquier nivel). También tenemos ese trocito propiedad de los “ilustres de la diversión“, donde aprendo (y seguiré aprendiendo) con personas referentes dentro de este mundo (y los que quedan), uso de las narrativas, etc… Y hay uno que me gusta especialmente que es mi rincón de opinión y reflexión.
En este tipo de artículos, simplemente reflexiono sobre cosas que leo, que me resultan interesantes (obvio) y que me planteo tanto a nivel de autocrítica como a nivel de mejora. Como siempre, en ningún caso pretendo tener razón, simplemente comparto una serie de opiniones que me surgen a partir de una chispa que he vislumbrado en la red.
El post de hoy va en esa línea, y va dedicado a Xavier, una persona con mucha presencia en Twitter y con un bagaje más que considerable en lo que a juegos de mesa se refiere. Si queréis estar al día de novedades, reflexiones, aportes y demás informaciones lúdicas, su cuenta (El Chico que salió Rana) es realmente imprescindible.
Así que… de los autores de Aviso: jugar antes de gamificar y Puntos, clasificaciones y otras perversiones… llega:
La utilidad de los juegos (de mesa) en el aprendizaje
Lo cierto, es que ya tenía pensado tratar sobre este tema hace tiempo, pero el aporte que hace Xavier me ha ayudado a lanzarme y a intentar explicar un poco más el aporte de los juegos a los diferentes entornos de aprendizaje (y ojo, cuando digo entornos de aprendizaje, no solo hablo del aula, sino de muchos lugares donde hemos o estamos aprendiendo diferentes conceptos). El caso es que Xavier empezó con esta premisa:
Ojo, vamos a tomarmos esta apreciación en contexto. Xavier es una de esas personas que lee mucho. Mucho es más que bastante y casi tanto como demasiado. Y aquí manifiesta algo basándose en varias lecturas de diferentes medios (probablemente esta web, entre ellos) que quizá todos debamos entender:
quizá en algunos puntos, es probable que tengamos que hacer una pequeña autocrítica hacia la necesidad de algunas personas que ya han traspasado ese “umbral”, que separa el desconocimiento de la afición de conocer un poco más todo ese trasfondo de uso de los juegos de mesa en diferentes aplicaciones (y aquí, por favor, vamos a sacar la ludificación, que no tiene absolutamente nada que ver).
Igual que para cualquier persona que nunca ha jugado (porque las hay, y son gran mayoría) un tipo de artículos donde se definen las competencias que se ensalzan o desarrollan jugando a un juego u otro son de una utilidad extrema para acercarles al “mundo lúdico“, para otras que ya lo conocen muy de cerca quizá (como muestra, este botón), puede sonarles repetitivo y falto de interés.
Y ojo, que aquí nadie debate la utilidad o no de un juego de mesa (que creo, está más que demostrado que es un aporte de valor importante), sino de si su uso puede parecer obvio en algunos momentos o para algunas personas con más experiencia o si en cambio, puede ser algo totalmente diferente o novedoso en función del juego que usamos.
Por eso, es bueno que existan diferencias entre definiciones más básicas de juegos y otras más avanzadas, entre el uso de un juego “tal cual” y el diseño de experiencias inspiradas en juego. Me explico un poco más…
Siempre que alguien me pregunta o cuestiona de alguna manera le explico esto de aquí arriba (y ojo, que ni siquiera es cosecha propia sino una adaptación que me descubrió mi querido Emiliano Labrador sobre el uso de las historias en los juegos). Cuando jugamos (realizamos el acto de jugar CON un juego, dejando de lado al juguete, que podría variar y eso puede dar para otra entrada) existen dos tipos de aprendizaje:
- El incrustado, el que se sitúa dentro del propio juego. Puede estar relacionado con dos tipos de experiencias: las que se desarrollan para un ámbito en concreto y las que se basan en un trasfondo que resulta interesante con el objetivo que perseguimos. En el primer grupo podemos encontrar juegos desarrollados exclusivamente para entornos de aprendizaje (modificando ya existentes con alguna información teórica en mente). En el segundo, aparecen juegos que tienen un contenido lo suficientemente potente para poder ser usados como una herramienta (sí, los juegos son herramientas que complementan una actividad) que afiance conocimientos. Wargames históricos o el Freedom son algunos ejemplos de juegos que se usan en diferentes entornos.
- En cambio, el emergente es aquel que se desarrolla mientras se juega en las dinámicas que genera el juego. Aquí es donde entran más las capacidades que los conocimientos previos, y las reflexiones que pueden afianzar una aprendizaje previo. Si un juego nos indica que debemos hablar, evidentemente estaremos trabajando nuestra habilidad comunicativa, y así con todo.
Entiendo, que es en este segundo grupo donde debemos centrarnos y donde Xavier hace esta interesante aportación.
Si siempre (o en la mayoría de las ocasiones) que jugamos: hablamos, compartimos, competimos, cooperamos, contamos… ¿para qué sirven los análisis basados en estos patrones si por norma general, parece obvio?
Pues fundamentalmente por dos motivos:
- Porque hace tiempo que aprendí que en las obviedades residen los mayores errores. Algo que para un grupo de personas puede parecer obvio, para otro puede no serlo tanto. Incidir en la capacidad de los diferentes juegos en desarrollar varios aspectos/capacidades/habilidades es sumamente importante para ir concienciando a cada día más gente a subirse a este tren. Y es importante que vean variedad y diversidad.
- Porque esta es la primera puerta de un mundo muchísimo más grande. El uso de un juego (y ojo, conseguir hacerlo de un modo efectivo y útil) en un entorno X o Y es importante para acceder a otro tipo de experiencias que podemos aplicar y sacar de los juegos. A partir de aquí podrá venir la gamificación, el diseño inspirado en juegos…
Sí y no. Realmente en muchos casos de ABJ importa más la parte emergente que la incrustada, ya que el hecho de pontenciar y enfatizar aspectos durante el desarrollo del juego es donde reside el verdadero punto clave. Pero jamás podemos obviar la esencia y el punto desde donde nace todo. Y es curioso, porque como muchas veces he escuchado y hablado con Manu de BrainPicnic, los juegos más “útiles” y de entrada en educación (por poner un ejemplo), son los que no se diseñaron específicamente para eso, sino que han sido los propios docentes, psicólogos, formadores… los que han decidido, a partir de su uso, que es realmente válido para un entorno de aprendizaje.
Así que aunque el grueso del detalle vaya encaminado a la dinamica de aprendizaje que surge a partir del juego, el propio juego (y todo lo que conlleva como elementos, mecánicas…) es el que nos dará pié para realizar ese análisis.
Porque tanto el juego como la propia dinámica que se crear alrededor del mismo, nos darán pistas para poder crear experiencias, además de ir introduciendo cada vez más y más gente en esta serie de herramientas y estrategias dedicadas a potenciar la motivación por aprender.
PD: Mil gracias a Xavier, que con sus planteamientos, me ha llevado a redactar este artículo. ¡Un gustazo!
PD2: Si queréis un gran ejemplo de uso didáctico de juegos de mesa, por favor, visita obligada al efecto lúdico.
Simon
16 enero, 2018 a las 9:11 amMuy interesante articulo, si publicase una revista en papel te contrataba. Material del bueno!!
Pepe Pedraz
16 enero, 2018 a las 9:14 am¡Gracias Simón!
Un placer que te pases por aquí.
Abrazos
Emiliano Labrador
16 enero, 2018 a las 10:23 pmSuper interesante, como siempre.
Me quedo con dos cosas.
Tu cuadro de ¿Aprendemos algo jugando? Es muy bueno, aunque me haría falta que me quedara más clara la parte del metajuego. No acabo de ver claro a qué te refieres. Los otros tres conceptos, geniales (y yo he tenido muy poco que ver 🙂 ).
Y la frase “Porque hace tiempo que aprendí que en las obviedades residen los mayores errores”. Qué gran reflexión. Y base de todos los melentendidos que se comenten respecto a la gamificación. Es muy necesario aclarar conceptos que por obvios se pueden interpretar y malinterpretar de varios modos. Por eso es tan importante este blog y toda la gente que hace difusión seria.
También me quedo con el escepticismo del chico que salió rana. Ya se ha hablado en muchos sitios de conceptos genéricos, toca pasar a la fase de concretar, de sistematizar qué capacidades (o competencias, o habilidades, o…) cubre cada juego. Sólo entonces los docentes podrán sacar provecho real de todo este conocimiento.
Pepe Pedraz
17 enero, 2018 a las 1:53 pmEmiliano, otro gusto enter enorme e inmenso leerte por aquí
Lo que yo defino como “metajuego” es todo lo que emana de una partida. Estrategias que acercar al éxito a los jugadores, compartir experiencias, incluso (si se tercia) afaán de coleccionismo alrededor de un juego determinado (o experiencia).
Y por supuesto, Xavier hace una reflexión súper acertada y sobre todo, desde un punto de vista totalmente diferente a lo que estamos acostumbrad@s (el de la comunidad jugona). Además, también he realizado un par de comentarios muy acertados (copio y pego su tuit, porque es buenísimo)… “Si cruzases las reflexiones de un jugador habitual con las de un gamificador habitual, seguro que saldrían artículos más concretos, y posiblemente basados en una experiencia de juego, además de una experiencia de aprendizaje”.
Abrazo!
Bebé a Mordor
20 enero, 2018 a las 12:39 amMuchísimas gracias, como siempre, por una gran reflexión. Realmente creo que podemos intentar, como divulgadores/comunicadores/gente-que-habla que somos, afinar un poco más o tratar de ser más críticos a la vez que damos cobertura a una necesidad más genérica de dar a conocer los aspectos positivos. Me apoyo en tu artículo y en el hilo de @vilvoh para darle una pensada. Muchas gracias, de nuevo.
(Y, por supuesto, muchas gracias por la mención)
Pepe Pedraz
20 enero, 2018 a las 8:12 pmGracias por pasarte a comentar Julia!
La verdad es que tod@s los que pretendemos que estas herramientas/estrategias sean cada vez más conocidas/reconocidas por todos, tenemos que autoexigirnos cada vez más! (que por otro lado, es lo mejor para ir creciendo en profesionalidad).
Pero vamos, que vuestro #efectolúdico es un imprescindible se mire por donde se mire.
Abrazo!
Miguel
7 junio, 2021 a las 1:08 pmMuy interesante Pepe tu artículo y las reflexiones que haces.
Tres años después estoy en parte de acuerdo con @vilvoh y creo que la situación ha cambiado poco desde entonces, de hecho diría que ahora hay muchos más haciendo lo mismo.
Si extrapolamos este tipo de análisis de juego “competencial” al de por ejemplo un videojuego, por ejemplo un Fifa, un Fortnite, un F1, un Cities Skyline o un Legend of Zelda, como jugador me aburriría hasta el hartazgo al leer que Fifa va a mejorar mi habilidad matemática, porque haré traspasos, que mejoraré mi capacidad de frustración cuando pierda un partido, o que mejoraré mi capacidad de estrategia cuando decida una alineación o apueste por fichar jugadores jóvenes, o que va a mejorar mi coordinación mano ojo porque juego con un mando asimétrico.
Apuesto, defiendo y vivo en parte de usar los juegos, o más concretamente el juego, como herramienta de crecimiento y desarrollo, y entiendo que dentro de un entorno específico de ABJ, es procedente incluso entrar a comentar las competencias o habilidades que se trabajan y desarrollan, pero quizá por leer demasiado, tengo la sensación de que en ocasiones y con la mejor intención de todas, tratamos de “vestir o adornar al santo” para vender un juego, en lugar de solo vender el juego por lo que es, nada más y nada menos que un juego.
Cómo experto que eres ¿te hacen vibrar las reseñas actuales de juegos basadas, escritas o fundamentadas en base a competencias y habilidades? ¿Crees que el lector las acoge como información, formación, entretenimiento? ¿Te imaginas que en un tráiler de una película, que en lugar de ser del estilo actual, saliese un señor explicando y desgranando las competencias, habilidades o incluso los estados emocionales que quieren despertar en cada tipo de público y nos digan que gracias a eso podemos modelar o espejar nuestro comportamiento o actitud y mejorar como individuos?
De nuevo enhorabuena por este y cada uno de tus artículos.