En esta ocasión, tenía ganas de tratar un tema sobre el que ando pensando desde que se juntaron en mi cabeza un popurrí de acontecimientos.
- Terminé de diseñar un par de juegos de rol propios.
- Terminé de jugar (varias veces) la obra maestra (porque sí, porque lo digo yo) que es Detroit: Become Human.
- Terminé de de visualizar ese film interactivo que es Bandersnatch.
- Terminé de leer uno de los últimos “ComicJuegos” que han llegado a mis manos: Cautiva.
Total, que después de leer y ver numerosas reseñas, alabando, criticando, enjuiciando y “desmigajando” el film de Black Mirror, he decidido hacer lo propio. De un modo un tanto personal (y algo superficial, por el tiempo disponible, más que nada) y sobre todo, desde una perspectiva de aprendizaje y de aporte a los proyectos lúdicos que podemos desarrollar.
Y toda esta reflexión, me ha llevado a algunos planteamientos básicos:
- ¿Qué es el concepto interactivo?
- ¿Realmente trabajamos las decisiones de una forma adecuada?
- ¿Hasta donde llegamos con la gestión de las consecuencias?
- ¿Valoramos la sorpresa como herramienta efectiva?
- ¿Accesibilidad o profundidad? ¿O una combinación de ambas?
Así que después de más de un año de una promesa incumplida, vuelvo con un pequeño “amasijo” de ideas juntas, a ver si consigo sacar algo en claro. O por el contrario, se generan más puntos de reflexión.
Lo cual, estando como estamos, también es un logro.
PD: Por supuesto, no os toméis nada como una verdad absoluta. Pues no las hay. La diversión y el disfrute que siente cualquier persona ante una experiencia de este tipo es muy personal, para que nadie le diga como se tiene que divertir.