Antes de empezar, y para comprender mejor este pequeño punto de vista, es mejor que leáis esta valoración que hice aproximadamente hace 5 meses del Gamification World Congress 2016 (os dejo el link):
El mundo necesita pequeños héroes: Valoración del GWC Conference.
Pues bien, hay una pequeña parte donde digo que:
“El mundo de la diversión necesita pequeños héroes, que cuenten sus hazañas reales y de qué forma cambian la vida de las personas. Pero no héroes invencibles que estén por encima del bien y del mal, sino héroes de esos que “sangran” igual que nosotros, que no tienen una fuerza descomunal (pero en cambio sí poseen una “visión” excepcional), que luchan por cambiar las cosas desde dentro y que nadan a contracorriente….”
Y mira por donde, estaba equivocado. El mundo de la diversión ya tiene much@s pequeñ@s heroínas y héroes. Y resulta que en la JGA tuve la grandiosa oportunidad de ver con mis propios ojos a cientos de ellos.
¿Sabéis cuál es una de las principales diferencias entre los Vengadores y los Defensores del universo Marvel?
Resumiendo mucho, la respuesta es el objetivo: los Vengadores deben salvar el planeta, y hasta el universo. Los Defensores trabajan para salvar su barrio, a las personas que viven allí y tratan de hacer de su parcela, un lugar un poco mejor (sin tantos súper poderes y con muchas más tribulaciones mentales). Para los Vengadores las pequeñas barreras del día a día no suponen un problema, mientras que para los Defensores son un gran escollo que deben salvar (¿en serio no os suena de nada?).
Pues no sé si es porque soy mucho más fan de los defensores que de los vengadores, o porque prefiero a muchas personas haciendo pequeñas cosas a unos pocos haciendo grandes hazañas, pero el pasado sábado vi de primera mano un trabajo silencioso, de barrio, de colegio, de barricada, de trinchera, de aula, de cuchillo en la boca, que creo que es necesario que se visualice más, y sobre todo, que el mundo en general (y en su sentido más amplio), se haga eco, aprecie y valore.
Cientos de personas con ganas, con ilusión y con motivación por innovar y hacer cosas nuevas, con la palanca del juego como aliada de combate. Gente nerviosa, expectante y con una amplitud de miras que realmente pocas veces en mi vida he podido observar. Creo que algo que hace grandiosa a esta comunidad que se ha formado son las ganas por colaborar, por compartir y por aprender los unos de los otros.
Me decía mi querida compañera de batallas Raquel Pedrouso que todo lo que compartes tiene un efecto boomerang, y he de decir que tiene toda la razón del mundo. El sábado lo pude observar.
Pero creo que hay algo que no debemos olvidar, como dijo el tío Ben: “un gran poder, conlleva una gran responsabilidad“. Y ahora, es nuestro deber no dejar morir este evento y hacerlo perdurar en el tiempo: compartiendo, predicando con el ejemplo del juego e innovando en cada uno de nuestros lugares de trabajo.
¿Queréis que comente algo de las exposiciones, charlas y talleres?
Pues Michael Bennett decía algo a la entrada, cuando los asistentes se apuntaban en los listados antes de bajar a la presentación de las jornadas, por parte de nuestro maestro de ceremonias Oriol Comas.
“No os vais a equivocar, vayáis a la que vayáis, acertaréis seguro”.
Y tenía razón. Porque en estas jornadas no existe el atril. No hay lugar para una formalidad excesiva. Han sido experiencias, han sido opiniones, ha sido compartir. Se han fraguado en aulas, de esas donde todos los días est@s pequeñ@s heroínas y héroes batallan por cambiar la vida de los más pequeños (y en algunos casos, no tan pequeños). Nos hemos sentado en pupitres en lugar de en cómodos sillones. Hemos demostrado que se puede innovar sin despuntar en tecnología, que se puede utilizar todo lo que tenemos a mano para volcarlo a nuevas formas de aprendizaje.
Entonces, ¿cuál es mi valoración de la jornada?
Pues creo que no había disfrutado tanto asistiendo a ningún evento como lo que disfruté este fin de semana. Me explico, y haciendo una pequeña analogía con los juegos de mesa, siempre que me preguntan sobre la calidad de un juego, suelo terminar haciendo la misma pregunta:
¿Tú que prefieres, un juego perfecto o uno divertido?
Y la gran mayoría de las personas me contestan lo mismo: Divertido. Porque la perfección en la inclusión y ejecución de las mecánicas no sirve de nada si no termina cumpliendo su cometido principal: ser divertido. Y porque para muchos de ellos la perfección, reside en la diversión.
Además, una de las principales virtudes de la diversión es el regusto que deja y que nos hacen recordar y rememorar esos momentos mágicos que hemos pasado delante de esa experiencia: “Juego, para poder recordarlo después“. Por eso divertirnos, es tan importante para aprender, porque nos facilita el recuerdo.
Pues así ha pasado con la I Jornada JGA. Ha sido tan divertida que ha acabado siendo perfecta. Creo que una de las mejores virtudes que se le puede aplicar a un proceso de juego es dejar a los participantes con las ganas de seguir jugando y de querer echar otra partida. Además de generar esa capacidad de recuerdo que hace que pasados los días visualicemos ciertos momentos con una mezcla de nostalgia, alegría y orgullo.
Y así ha sido en la JGA, todos nos hemos quedado con ganas de más.
Así que… antes de despedirme no puedo hacer más que preguntaros lo mismo que les pregunto a mis amigos cuando paso una tarde mágica de juegos, diversión y buenos momentos:
¿Echamos otra?
Nos vemos en JGA18.
PD: Prometo ante Cthulhu que lo he intentado evitar, pero me ha sido imposible. Las normas estrictas de cortesía impiden personalizar en los agradecimientos, pero es que no puedo, así que allá voy:
Óscar Recio Coll, no puedo hacer más que maldecir al universo por no haberme dado la oportunidad de conocerte antes. De cuantas noches de partidas, momentos épicos y aventuras memorables nos ha privado nuestro incierto sino. No pasa nada, tenemos mucho tiempo para vernos y romper unas cuantas mesas a base de partidas. Conocerte estas jornadas ha sido una revelación para mí, así que sólo puedo decirte una cosa: yo fijo objetivo y te cubro la retaguardia, tú sigue avanzando siempre para adelante y abre camino, que aunque haya muchos genestealers, el cuerpo a cuerpo es lo tuyo y te los “comes con patatas”.
Clara Cordero, eres una jabata. Bueno, una jabata no, lo siguiente. Entrega, compromiso, trabajo, creatividad…. Y encima puedo presumir que eres mi compañera de los #labofplay (¿en serio no sabéis lo que son los #labofplay?). Cada evento, taller, formación que paso contigo, aprendo infinitas cosas que me llevo en mi pequeña mochila (a este paso, tengo que dejar de verte, porque me va doliendo la espalda).
Yon Salgado y José Zazo. Para empezar, si os ha gustado La isla del tiempo, el 66,6% (periódico puro) es suyo. Así de fácil y de sencillo, si ellos no me acompañaran en estas aventuras, probablemente este barco de la diversión lleno de bombillas habría naufragado hace algún tiempo. Sus perfiles de twitter están en sus nombres y estoy convencidísimo que aprenderéis infinitas cosas sobre el arte de escribir e ilustrar respectivamente.
Aitor Barbosa y Raquel Pedrouso. Ahora ya lo entiendo todo. El problema de ver las cosas con lejanía es la incompresión por falta de información. Sabía que las JAM eran grandes, pero no me había metido a profundizar. Pero claro, si estáis vosotros dos, ¿como no va a ser grande algo?. Habéis sido como el juego de los Inseparables cuando lo descubrí. Y os habéis convertido en un imprescindible para mi. Avisto partidas y momentos épicos en el horizonte.
Manu Sanchez, cada vez que me dices que eres un simple maestro de un pueblo de Andalucía, te asocio más a Obi Wan Kenobi (por aquello de maestro) que a cualquier otra cosa. Monster Kit, Redes, Tueli, Cazadores de Monstruos y demás creaciones aportan un valor diferencial no sólo a tu parcela, sino a toda la sociedad educativa.
Javier Espinosa, desde que tuve el placer de conocerte “formalmente” buscando a tu caballo por los pasillos de los Salesianos, supe que eras una persona diferente. Hay personas que tienen la capacidad innata de conseguir mover a masas, y me da a mí que tú eres una de ellas. En el caso de las JGA, has sido esa chispa de frescura y de dinamismo que muchas veces es imprescindible para conseguir crear una atmósfera cercana y adecuada.
Azahara García, Montse Martín, Nuria Guzmán, Michael Bennett, Juan Fernandez, Chus Asturiano, Natxo Maté, Gemma Olivares y demás (están nombrados arriba Javier, Raquel, Aitor, Clara…), sin vosotros no habría existido este evento y todo el trabajo que habeis realizado ha sido ESPECTACULAR. Uno no sabe lo que se trabaja de verdad en este tipo jornadas, hasta que no lo observa desde dentro.
Noemí Blanch e Isidro Rodrigo. A vosotros os profeso un cariño especial. Porque creo que tanto mi vida como la vuestra empezaron a cambiar en el mismo sitio (unos recibiendo clases y otros dándolas). Además, siempre que tengo la oportunidad de sentarme a compartir un rato con vosotros, me llevo grandes momentos y enormes píldoras de aprendizaje. ¡¡Y qué narices!!, porque por fin cumplí mi palabra y os enseñé cuartodejuegos.
Y por supuesto, a TODOS los ponentes de todos los talleres, y a TODAS las personas que acudieron a las jornadas, porque como dice la canción…
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