La importancia de las pequeñas historias

He de confesar que me gustan bastante ciertos periodos históricos.

Concretamente, los relacionados con la Gran Guerra y con la II Guerra Mundial.

En el instituto, los profesores me dejaron con las ganas (cosa que les agradezco enormemente) de profundizar más y conocer todo lo que allí aconteció.

Y con el paso de los años, y con mucho juego de por medio… he ido avanzando por este camino.

Pero es que, además, he aprendido algo importante:

Las pequeñas historias de las personas que vivieron de primera mano una situación son las que tienen una capacidad inimaginable de hacerte reflexionar y comprender todo el horror y las motivaciones de ciertos momentos, de ciertos lugares.

Las memorias y recuerdos de las protagonistas.

Decía Rafa Rodríguez Gimeno en este artículo que las memorias y los recuerdos siempre tienen un riesgo, el de la subjetividad de quien narra, incluso aunque no sea deliberadamente.

Alejarnos de hechos objetivos y acercarnos a impresiones, vivencias y puntos de vista dispares.

Pero también es cierto, que merece la pena en muchos casos arriesgarse. Y asumirlo. Porque la historia, SU historia, está por encima de ello. El poder de lo cotidiano, de la rutina, de una sola vida. Que nos hará quererla por encima de la historia.

Y porque, como muy bien recalca… lo que cuentan, probablemente fue muy parecido a lo que sucedió.

La importancia de las pequeñas historias de la Historia.

Vivir las cosas siendo la protagonista, sobrepasada por la circunstancia, con tus propias motivaciones, alejadas (o no) de las que el periodo histórico nos muestra.

Por esto, en este pequeño artículo, me gustaría hacer un breve repaso de estas pequeñas historias, para demostrar, que se pueden contar las cosas de otra manera.

Una manera minimalista, cercana, terrible y triste. Una manera real. Una forma personal

Y los juegos, pueden ayudarnos enormemente a ello.

No quiero centrarme en juegos de acción ni en aquellos que narren a grandes rasgos los movimientos de un ejército. Sino que quiero enfocarme en aquellos que cuentan historias pequeñas, de personas.

Aviso: igual se me escapa algún Spoiler.

Valiant Hearts

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Uno de los mejores videojuegos que he jugado en mi vida. Sin lugar a dudas.

Este juego narra la historia de una familia en un periodo histórico como La Gran Guerra.

Una familia que es separada al inicio de la I Guerra Mundial, y donde toda la historia se convierte en una necesidad imperiosa de reencuentro, de recuperar lo perdido.

Karl, Marie y su hijo Victor. Y Emile. No hace falta más para narrar los horrores, las despedidas, las ilusiones perdidas… de los protagonistas. Para hacerte estremecer, emocionarte y aprender. No hace falta más.

Los inseparables

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¿Puede la amistad ser más fuerte que la guerra?

Que un juego tenga una declaración de intenciones tan marcada y fuerte, ya dice mucho.

Y es que este juego de mesa es más que un juego cooperativo de cartas y símbolos. O debería serlo.

Es amistad. Es esperanza. Y también, desesperación.

No hay héroes ni heroínas. Simplemente nos muestra como nuestro único objetivo es sobrevivir un día más, para volver a casa. Es nuestro objetivo. El más pequeño y básico que puede haber. La familia que formamos, la necesidad de volver a recuperar lo que tuvimos y perdimos.

Discursos donde animamos a nuestros compañeros después de otro día más, el día de navidad lejos de nuestros seres queridos, la tensión de no saber qué sucederá en el próximo día.

Uno de mis juegos de mesa favoritos. Por todo lo que representa.

11 – 11 Memories Retold

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Inocencia y desesperación.

Quizá sean las dos palabras que mejor definan este relato interactivo.

Harry, un fotógrafo canadiense que abandona su tierra para retratar las victorias del ejército, con una motivación mucho más basada en el romanticismo. Y Kurt, un ingeniero alemán que hace mucho que no sabe nada de su hijo en el frente, y decide marchar en su búsqueda.

Dos motivaciones y dos formas de afrontar un mismo conflicto.

Además, la forma que tiene de mantenerte conectado con tu vida anterior (fotografías o cartas) te hace replantearte según avanza la aventura, si tu decisión de marchar ha sido la correcta.

Hay muchos momentos de pensar… ¿todo esto ha valido la pena?

Otro juego totalmente recomendado, para acercarse a la historia, con dos pequeñas historias.

No tan tranquilo

Esta aventura del Rastro de Cthulhu basada en la I Guerra Mundial es estupenda para explicar muchas cosas.

La pérdida en el frente. La necesidad de recuperar lo que tuvimos. La doble cara de la moneda: de la desesperación a la esperanza.

Poner en duda el honor, la patria o incluso, tu propia vida.

He tenido el honor de dirigirla dos veces. Y las dos, han resultado experiencias maravillosas y enriquecedoras.

La guerra enloquece a las personas. Y no quiere decir que las haga mejores o peores. Simplemente pierden su cordura.

El Último Tigre

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Soy consciente que he dicho que me iba a alejar de los juegos de acción. Pero esta primera expansión para Battlefield V me ha parecido muy inspiradora para tratar el tema del honor y la supuesta lealtad.

Un grupo alemán a bordo del Tiger I, un tanque prácticamente indestructible, envuelto en una batalla perdida, dentro de una guerra perdida.

Ellos no lo saben, pero lo han dado todo, a cambio de nada.

Secret Hitler

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¿Cómo un juego de roles ocultos puede ayudarnos a comprender mejor el ascenso de nazismo?

Pues este Secret Hitler ayuda mucho.

Te deja pensando en como unos cuantos, aunque no sean la mayoría, pueden hacerse con el poder, moviéndose entre las sombras.

También, te puede llegar a hacer reflexionar sobre como, muchas veces, al totalitarismo, se le combate (o ha combatido) con medidas drásticas.

My Memory of Us

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Este juego es el último que conocí gracias al portal BaM!.

La decadencia de la guerra. Y la esperanza por la supervivencia.

Un juego estéticamente preciosista, que nos transportará (de una manera diferente) a una parte importante de nuestra historia.

Una historia cargada por el drama y la inocencia de los personajes que se ven involucrados en ella. Un ser humano no puede ser tan malvado. Por eso, son robots. O eso es lo que ven ellos.

Creo que la mayor virtud de este juego, son esas pequeñas misiones. Esos gestos cotidianos, que son los que nos convierten en heroínas. La dulzura de devolver una pelota a un grupo de niños, y la satisfacción que provoca.

Porque la visión es importante. La perspectiva de quien narra no será la misma según quien haya vivido una situación.

Por eso… este conjunto de pequeñas historias… son algunas de las que nos ayudarán a dar importancia a la historia.

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1 comentario

  1. Muy buen artículo, Pepe. Es evidente que has conectado de forma especial con esos períodos que mencionas. La “Historia”, además de escribirla los vencedores, está atada a la reescritura, y a terminar siendo abstracta. Por ejemplo: siempre he buscado una buena historia cultural de los Estados Unidos: cogí la escrita por mi adorado Asimov y qué lástima comprobar que tan sólo era una sucesión de elecciones, presidentes, etc. Es decir, se centraba precisamente en lo que menos me interesaba de la historia: las personas. En cambio, la intrahistoria, las historias de la historia, siempre nos traen un acercamiento mucho más vívido a aquello que representan.

    Te doy mis impresiones también aquí para que queden un poco más “fijadas” de los juegos que yo he probado:

    Valiant Hearts: un juegazo, aunque (shame on me) me he quedado atascado en el boss del tanque y no hay manera. Vale mucho la pena.

    Los Inseparables: comenté el juego en el blog (http://immaculudica.blogspot.com/2018/04/jugamos-los-inseparables.html). Me parece muy inmersivo, y muy muy difícil. Pero esa dificultad creo que está justificada narrativamente. El juego te da un poco más de respiro con su expansión. Por cierto: no sé si usas música para ambientar tus partidas, pero en todo lo que es IGM te recomiendo el álbum de Les Joyaux de la Princesse: Aux Volontaires Croix De Sang. Ya me dirás si algún día lo escuchas. Es increíble.

    Secret Hitler: un “must” en mi Aula de Juegos. Lo hemos jugado muchísimo, a los chicos les encanta (http://immaculudica.blogspot.com/2018/06/jugamos-secret-hitler.html), y aún así, no son conscientes de ese mecanismo que citas que le da su vertiente didáctica: la forma subrepticia en la que los fascistas van ganando el poder y cómo hay que combatirlo desde sus mismas armas (restricción de libertades o concentración de poderes). Juegaken, que suelen decir.

    Y nada, un post de sobresaliente.

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